ROMANICO Palentino

IGLESIA DE SAN MARTIN DE FROMISTA/1066)




 Se encuentra en la localidad del mismo nombre, en la carrt de Palencia a Santander,a unos 32 de Palencia, es unos de los edificios mas importantes de España,de este primer románico, de tipo dinástico que se conserva en Castilla, ha esta iglesia que se puede ver de un solo golpe, se dice que no hay nada que le falte, ni le sobre, es el verdadero canon de arquitectura de los siglos XI y XII, sobre el 1860 se reinicio la restauración del viejo Monasterio de San Martín, tratando de conservar lo mas purista, aunque se cree que la puerta occidental no debió de existir en su momento

Capitel Fromista.

IGLESIA DE SAN SALVADOR DE CANTAMUDA

Finales del siglo XII ó principios del XIII,en la montaña Palentina de Pernia, origen monasterial particular, es un románico transitivo, la planta de vieja tradición tres absides, crucero y una sola nave, sus bovedas son de fuertes nervios apuntados, con cuatro plementos en el transepto,La decoración de los capiteles es animalistica y lo mas importante una escultura que aparece en los capiteles sosteniendo la mesa del altar.

Capitel

Interio iglesia

 San Salvador Cantamuda

IGLESIA DE SAN JUAN  MOARVES (Finales del Siglo XII)

Fachada Meridional con la puerta de entrada y el friso que la corona, el que no la conoce no puede soñarla en impresionante, invito a que cuando vengáis por esta zona no dejéis de visitar esta iglesia( su fachada), en esta pequeña localidad., en medio de la soledad del campo castellano iba a surgir una de las joyas mas hermosas del Románico, generaciones y generaciones, así como el tiempo han pasado sin apenas mancillarla.Al contrario el sol de tantos veranos han cocido tostándolas y dándole ese color tan especial, hasta Unamuno hablo e ella.

IGLESIA PARROQUIAL SAN JULIAN Y SANTA BASILISA.

 

Estuvo mucho tiempo en ruinas, por lo que servía de iglesia la Ermita de Nuestra Sra de Mediavilla, situada en un extremo del pueblo.

De lo original solo quedan dos absides, el Central y el del Evangelio.

 Hay autores que fechan esta cabecera a principios de siglo XII, sin detenerse a pensar que el interior de estos ábsides llevan nervaduras de refuerzo o que sus arcos triunfales son apuntados, lo que obliga a reconsiderar una construcción de -como mínimo- segunda mitad del siglo XII.

Todas estas visitas hay que acompañarlas de un buen vino, lechazo de la tierra, y una buena compañia y conversación.

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